Continúa bien candente la polémica sobre la aplicación unilateral del programa “Creamos nuestra empresa”, de la Fundación Créate, que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha implantado sin consultar a los padres/madres en diez centros públicos de Educación Primaria.
Durante las próximas semanas iremos desglosando los distintos epígrafes del manual de estudio y práctica con el que ya están trabajando los alumnos/as de 5º de Primaria afectados por la medida. No lo haremos con los argumentos ya expuestos, sino con la publicación de las páginas que constituyen el libro, y que en este caso hablan por sí solas. De esa forma cada cual podrá sacar sus propias conclusiones “en crudo”, es decir, sin interpretaciones de terceros.
Lo que sí queremos aportar en este caso es la información añadida que recibimos los padres/madres en reunión directa con los tutores de nuestros hijos. Para empezar, cabe destacar que este nuevo contenido se imparte de forma transversal, es decir, que puede ocupar de forma indistinta el tiempo dedicado a Conocimiento del Medio, Matemáticas, Lengua o cualquier otra materia que se precie. En estos momentos la principal afectada es Educación para la Ciudadanía, que es la que va a servir para computar en nota el esfuerzo y la implicación de los niños en “Creamos nuestra empresa”.
También se nos apuntó que la Fundación Créate estaba preparando charlas en las aulas impartidas por empresarios de éxito, para que los niños tengan un referente positivo en su faceta emprendedora. Ellos serían los encargados de poner cara real a los conceptos que ya empiezan a manejar, como la petición de un crédito al banco o el plan de negocio que han de elaborar para alcanzar el objetivo de vender más y mejor que la competencia.
Este proyecto piloto se presenta como de interés social, por cuanto en teoría potencia los servicios a la Comunidad y el compromiso en el desarrollo de la misma. Esta idea, muy arraigada en los Estados Unidos, es la que ha justificado la primera práctica del curso: una entrevista a un emprendedor del barrio. Los niños han elaborado un cuestionario y han recogido las respuestas de pequeños empresarios que han obtenido sus frutos monetarios a escala vecinal o local.
Además de la cobertura indirecta en estas prácticas, los profesores solicitaron la implicación directa de las familias para el buen desempeño del programa. Entre los ejemplos concretos del tipo de colaboración que podemos prestar destaca por encima de todas la remuneración en dinero (10 euros, 30 euros, 50 euros...) por tareas domésticas infantiles como hacer la cama, ayudar en la cocina, etc. De esa forma, según Créate, se premia la responsabilidad y el trabajo de los niños. Esta recompensa se entiende como “simbólica”, pero lógicamente genera competencia entre los alumnos respecto al dinero que cada uno puede obtener de sus padres y madres.
Con la pretensión de incentivar el interés y la participación de los niños, los monitores del programa están proyectando en las aulas vídeos como el de unos niños brasileños que, pese a su origen desfavorecido, consiguen montar un equipo de fútbol con el que competir y salir de la marginación.
Los niños han sido advertidos que tendrán que presentar sus trabajos en una suerte de 'mini-market' o pequeña feria de emprendedores, en el que cada uno habrá de difundir y exponer con éxito su objetivo emprendedor.
Durante las próximas semanas iremos desglosando los distintos epígrafes del manual de estudio y práctica con el que ya están trabajando los alumnos/as de 5º de Primaria afectados por la medida. No lo haremos con los argumentos ya expuestos, sino con la publicación de las páginas que constituyen el libro, y que en este caso hablan por sí solas. De esa forma cada cual podrá sacar sus propias conclusiones “en crudo”, es decir, sin interpretaciones de terceros.
Lo que sí queremos aportar en este caso es la información añadida que recibimos los padres/madres en reunión directa con los tutores de nuestros hijos. Para empezar, cabe destacar que este nuevo contenido se imparte de forma transversal, es decir, que puede ocupar de forma indistinta el tiempo dedicado a Conocimiento del Medio, Matemáticas, Lengua o cualquier otra materia que se precie. En estos momentos la principal afectada es Educación para la Ciudadanía, que es la que va a servir para computar en nota el esfuerzo y la implicación de los niños en “Creamos nuestra empresa”.
También se nos apuntó que la Fundación Créate estaba preparando charlas en las aulas impartidas por empresarios de éxito, para que los niños tengan un referente positivo en su faceta emprendedora. Ellos serían los encargados de poner cara real a los conceptos que ya empiezan a manejar, como la petición de un crédito al banco o el plan de negocio que han de elaborar para alcanzar el objetivo de vender más y mejor que la competencia.
Este proyecto piloto se presenta como de interés social, por cuanto en teoría potencia los servicios a la Comunidad y el compromiso en el desarrollo de la misma. Esta idea, muy arraigada en los Estados Unidos, es la que ha justificado la primera práctica del curso: una entrevista a un emprendedor del barrio. Los niños han elaborado un cuestionario y han recogido las respuestas de pequeños empresarios que han obtenido sus frutos monetarios a escala vecinal o local.
Además de la cobertura indirecta en estas prácticas, los profesores solicitaron la implicación directa de las familias para el buen desempeño del programa. Entre los ejemplos concretos del tipo de colaboración que podemos prestar destaca por encima de todas la remuneración en dinero (10 euros, 30 euros, 50 euros...) por tareas domésticas infantiles como hacer la cama, ayudar en la cocina, etc. De esa forma, según Créate, se premia la responsabilidad y el trabajo de los niños. Esta recompensa se entiende como “simbólica”, pero lógicamente genera competencia entre los alumnos respecto al dinero que cada uno puede obtener de sus padres y madres.
Con la pretensión de incentivar el interés y la participación de los niños, los monitores del programa están proyectando en las aulas vídeos como el de unos niños brasileños que, pese a su origen desfavorecido, consiguen montar un equipo de fútbol con el que competir y salir de la marginación.
Los niños han sido advertidos que tendrán que presentar sus trabajos en una suerte de 'mini-market' o pequeña feria de emprendedores, en el que cada uno habrá de difundir y exponer con éxito su objetivo emprendedor.
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